Saturday, December 8, 2007

En uno de tus poemas hallé que...

El que no oye ... de la accidentalidad del mal
es hijo tenebroso. Del Yo salvaje
de su ira será nacido.
En el soliloquio, su gozo manda al pozo.

Todo se malogra y la peor cuña proviene
de sí mismo, su mismo palo.

¿Para qué le sirve un poco de larínge
al verborreico, al retórico egoísta que de Biná
no aprende? ¿Ni a la serpiente oye?

A la madre primaria, hiedra en la hiedra camuflada,
maldice y con chafarotes la corta en mil pedazos.
¿Valdrá el dar a él los lazos para el proyecto
en Nefesh, o será como echar perlas de alimento
a cerdos? ¿Se contentará el perro flaco con sus pulgas?

NOTA: En uno de los poemas que leí, está la frase "hijo tenebroso". ¿Verdad que no has pensado que lo soy --- una hija tenebrosa? porque no la mereces; hago la observación nomás. Nunca me hicíste sentir tan feo; soy yo misma quien me aplico el término.

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